Es una pena que la Constitución Española resulte utópica, que los políticos le hayan desfigurado, turnándose o no, una vez cada cuatro años; son tan obvias las cosas que dice, que se aprovechan de su inocencia para asestarle su dentellada carnívora, dejando las palabras en los huesos.
Entonces nos vamos olvidando de los derechos fundamentales porque se multiplican los deberes, y para poder olvidar de una vez los derechos, se acentúan los privilegios. Y nuestro standard social ya no es el de derecho/deber, esa balanza responsable, casi kármika; se cambia por la de deberes/privilegios, y entonces se instala la competencia y la ambición, y cuando ya no puede el dinero calmarles un poco, entonces ya quieren sangre.
Los privilegios les saben a poco si el pueblo puede vivir dignamente con lo justo.
Cuando el dinero se hizo el amo, España dejó de ser un país. La marca España está muy bien definida ya que España funciona como una empresa, se mueve siguiendo sus mismas reglas. Pues resulta que las empresas europeas no podían tener tantos beneficios como querían, consideraban privilegios tener un sueldo digno, poder pagar las facturas y tener dinero para ahorrar o usarlo sin parecer que te juegas la vida en ello. Así se creó la crisis, que por supuesto vino desde EEUU, ese modelo que seguimos y copiamos desde hace ya muchos años, quizá desde el primer McDonalds, su caballo de Troya favorito.
La Constitución española sigue siendo un marco, pero ahora lo único importante es quién sale en la foto. Habrá que cambiar la foto distorsionada que seguimos y aceptamos, o dejar el lienzo en blanco, empezar de cero.
Veamos algunos ejemplos de la desconexión entre estas palabras que se supone son nuestro marco fundamental.
Artículo 42: “El Estado velará especialmente por la salvaguardia de los derechos económicos y sociales de los trabajadores españoles en el extranjero y orientará su política hacia su retorno”.
Eso dice. Pero si abandonas la prisión de España, a los noventa días te anulan la tarjeta sanitaria. 90 días les parece ya mucho tiempo, para ello han mostrado que Willy Fog fue capaz de dar la vuelta al mundo en ochenta días, ochenta nada más…
¿Por qué pueden ningunear este artículo de La Constitución Española, (y otros tantos) y en cambio la usen de escudo cuando se habla de una consulta en Cataluña? ¿No se pueden modificar determinados artículos pero sí saltarse el resto?
Otros ejemplos:
Artículo 20. 1. «Se reconocen y protegen los derechos:
a) A expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito, o cualquier otro medio de reproducción».
Artículo 21. 1. «Se reconoce el derecho de reunión pacífica y sin armas. El ejercicio de este derecho no necesitará autorización previa».
2. «En lugares de reuniones en lugares de tránsito público y manifestaciones se dará comunicación previa a la autoridad que solo podrá prohibirlas cuando existan razones fundadas de alteración del orden público con peligro para personas o bienes».
Artículo 41. «Los poderes públicos mantendrán un régimen público de Seguridad Social para todos los ciudadanos, que garantice la asistencia y prestaciones sociales suficientes ante situaciones de necesidad, especialmente en caso de desempleo. La asistencia y prestaciones complementarias serán libres».
Artículo 47. «Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación».
Y para los que no lo sepan, aunque lo tienen claro cuando se manifiestan pacíficamente, cuando se niegan y luchan contra el acoso y derribo político…
Artículo 30:
1. «Los españoles tienen el derecho y el deber de defender a España».
Pues eso..
No he querido que este post sea exclusivamente de opinión, porque opiniones encontrarás de todos los colores, solo dejo una muestra de esas pocas cosas objetivas que tenemos. De tanto querer que nos den las cosas masticadas, ya no sabemos que es lo que nos dan.
Saca tus propias conclusiones, genera tus propias preguntas y busca de verdad las respuestas; estarán escondidas porque las mentiras ocupan la primera plana de los medios de incomunicación. Busca la letra pequeña de este engaño llamado «Marca España». Cambia el sentido común por el sentido propio.